DIOS TE LIBRARÁ DEL LAZO DEL CAZADOR

(Reflexión del 16 de enero del 2011)

‘’Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos’’.

Eclesiastés 9:12

Si hay un cazador es porque hay una presa. ¿Quién es la presa? Efesios nos insta a vestirnos con la armadura de Dios, para que podamos estar siempre firmes contra las asechanzas del diablo; ceñidos nuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia, y calzados nuestros pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, nos exhorta a tomar el escudo de la fe con el cual apagaremos todos los dardos del maligno, y el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

En tiempos malos los hombres son enredados en la red que cae sobre ellos. El cazador sabe lo que él necesita para cazar al creyente. Él conoce el tipo de carnada, de trampa, de estrategia a utilizar para cada creyente. Él conoce nuestras debilidades y las aprovecha para destruirnos.

No podemos defendernos en la carne; sólo podemos defendernos con la unción y la sabiduría de Dios. Sin sabiduría, ni entendimiento, ni discernimiento de lo que el cazador quiere hacer estaremos siempre destinados a la destrucción de nuestra vida. Creyéndonos fuertes, débiles somos.

Debemos siempre discernir el por qué de las cosas y/o de las personas que llegan a nuestra vida. El libro de Corintios (2 Corintios 2:11) nos invita a no ignorar la maquinaciones del diablo para que no tome ventaja sobre nosotros. En el momento que ignoremos las maquinaciones demoniacas, satanás toma la delantera y esto nos debe llevar a reflexionar, a estar atentos, a identificar los peligros, las trampas que nos rodean.

En segunda de Reyes 6 :8-12, la sagrada escritura nos cuenta la historia de Eliseo y el sitio de Samaria donde Dios informaba a su pueblo a través del profeta de los sitios por donde no debían pasar puesto que serían presas faciales de los Sirios.

Lo que el diablo trama con sus demonios contra nosotros Dios nos lo revela. En la intimidad con el Señor, él nos identifica los  planes, las estrategias, los lugares donde el lazo del cazador está puesto para evitar que caigamos en él. De esta manera Dios nos libra de las garras del cazador. Escuchando, oyendo a Dios nos ahorramos muchos sin sabores de la vida.

Proverbios 2:11 nos previene de la mujer extraña que nos halaga con sus palabras. Dios a través de este pasaje nos comparte su sabiduría para librarnos del mal.

Cuando tenemos intimidad con Dios somos librados del lazo del cazador.

En los Salmos 91:1-16, Dios habla de un nivel en el cual nos promete librarnos sin lucha; él nos guarda, nos libra. . ¿Por qué Dios nos deja pasar por determinadas situaciones y otras veces nos libra? Porque cuando pasamos por situaciones difíciles vamos a aprender a confiar en Él y luego de esto, él va a librarnos de todo mal.

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